En 1475 los Reyes Católicos conceden a Ciudad Rodrigo un privilegio por el que se puede celebrar en la ciudad un Mercado Franco, es decir, libre de impuestos. Desde entonces y, adaptándose a los tiempos, se ha venido celebrado dicho mercado semanal sin interrupción que aún se celebrar los martes, en la actualidad circunscrito a la Plaza del Buen Alcalde. Para conmemorar aquella concesión y en recuerdo de la importancia que el comercio siempre ha tenido en Ciudad Rodrigo, se celebran durante el mes de agosto dos mercados tradicionales: el Martes Chico y el Martes Mayor, el primero ubicado en el Arrabal de San Francisco y el segundo dentro del recinto amurallado.