Coronada por un castillo construido en un formidable conjunto rocoso a 760 m de altitud , Sortelha mantiene intacto su aspecto medieval en la arquitectura de sus casas rurales en granito.
Sortelha hacia parte de la importante línea defensiva de castillos fronterizos, edificados o reconstruidos en su mayor parte sobre castros de las antiguas civilizaciones ibéricas y su nombre deriva de la configuración del terreno en rocas escarpados que rodean la aldea en forma de anillo (sortija, en castellano), siendo construidas las murallas también en forma circular.
La entrada está formada por una puerta gótica sobre la que se ve un balcón (Varanda de Pilatos), con aberturas (mata-cães) por las que se lanzaban todo tipo de proyectiles contra los atacantes. Antes de la entrada, merecen nuestra atención un bonito pelourinho, rematado por la esfera armilar, símbolo de D. Manuel I y el edificio en el que funcionaron los Paços do Concelho, ambos del tiempo de aquel rey. En el dintel de otra puerta, girada hacia poniente, dos ranuras en la piedra representan medidas métricas (la mayor, una "vara" y la más pequeña un "côvado"), que servían de referencia a los comerciantes medievales, en un tiempo en el que los sistemas métricos no estaban uniformizados.
En la iglesia matriz, del s. XIV, se encuentra un interesante trabajo en el techo hispanoárabe y la talla dorada del altar mayor, añadida en la época barroca.
El encanto de esta aldea reside en su atmósfera medieval, en la que las casas, todas construidas en piedra de granito y, generalmente, de un solo piso, se cimientan en la roca y armonizan con la topografía del terreno. Fuera de las murallas creció otra aldea moderna, lamentablemente en moldes arquitectónicos desraizados de la tradición.
Alrededor de Sortelha el paisaje posee la belleza ruda de las grandes piedras de granito y de los bosques de castaños que las acompañan. En la localidad de Casteleiro, en la carretera hacia Belmonte, se situaba la estancia medicinal de las Aguas Radium, que estuvieron consideradas entre las más radioactivas del mundo. También podrá realizar un saludable recorrido a pié siguiendo la antigua vía romano-medieval, por la que pasaban los peregrinos hacia Santiago de Compostela.
Dos interesantes villas se perfilan a cerca de 20 km de Sortelha mereciendo, sin duda, una visita: Belmonte, hacia Poniente y Sabugal, al Norte. Hacia el sudeste, los amantes de turismo verde tienen a su disposición en la Reserva Natural de la Sierra de la Malcata recorridos para la observación de flora y de fauna en un paisaje rico en reliquias de bosque mediterráneo. El lince ibérico es el símbolo de la Reserva. Criatura bastante huidiza y desconfiada, prefiere el escondite de los bosques, por lo que será necesaria mucha perseverancia para avistarlo.